Bloqueo de agricultores colapsa la autopista Celaya–Salamanca; más de 90 kilómetros de filas exhiben crisis en el campo mexicano

- Medios locales indican que los agricultores permiten aperturas intermitentes de 30 minutos para aliviar la carga vehicular
Una protesta de agricultores paralizó este jueves la autopista Celaya–Salamanca, en Guanajuato, generando más de 90 kilómetros de filas y exponiendo, una vez más, la profunda crisis que enfrenta el campo mexicano. El bloqueo inició desde la madrugada y se extendió durante horas sin que las autoridades lograran acuerdos para liberar el tránsito.
Los manifestantes, provenientes de diversas regiones del Bajío, denunciaron falta de apoyos gubernamentales, atrasos en programas agrícolas y precios de compra que no cubren ni los costos de producción. Con tractores y camiones, cerraron ambos sentidos de la autopista, una de las más importantes del centro del país, afectando el transporte de mercancías, autobuses foráneos y cientos de automovilistas.
El caos vial alcanzó niveles críticos: largas filas de tráileres permanecieron inmóviles bajo el sol por más de ocho horas, mientras las rutas alternas también colapsaban. Comerciantes y transportistas reportaron pérdidas económicas considerables, mientras los cuerpos de emergencia atendían casos de deshidratación y conflictos entre conductores varados.
A pesar del impacto, la respuesta de las autoridades fue limitada. Representantes estatales de Guanajuato señalaron que el diálogo continúa, pero los productores acusan que las promesas de apoyo “han quedado en el papel”. Exigen precios de garantía, subsidios al diésel y fertilizantes, así como la intervención directa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).
El bloqueo dejó en evidencia la ausencia de una política integral para el sector agrícola, cuya situación se agrava por la inflación y la falta de infraestructura. Mientras tanto, los agricultores aseguran que no levantarán la protesta hasta ser escuchados.
La parálisis en la Celaya–Salamanca no solo simboliza un reclamo económico: representa el hartazgo de un sector que, pese a alimentar al país, se siente abandonado y sin rumbo claro ante un gobierno que, según los productores, “solo escucha cuando se bloquea una carretera”.






Redacción Paralelo 19




