McLaren rompe hegemonía y Lando Norris conquista su primer título mundial 2025

Lando Norris cerró en Abu Dabi una temporada que lo llevó del papel de aspirante constante al de protagonista absoluto: el británico se coronó campeón del mundo por primera vez y devolvió a McLaren a la cima por primera ocasión desde 2008. Su tercer lugar en Yas Marina bastó para asegurar el campeonato con apenas dos puntos de ventaja sobre Max Verstappen, en un cierre tan apretado como simbólico para un año que redefinió el orden competitivo de la Fórmula 1.
El británico de 26 años se convierte en el undécimo piloto de su país en conquistar el título, un logro que llega tras un 2025 marcado por la consistencia, la gestión estratégica y la capacidad de recuperación ante momentos críticos. Su campaña inició con fuerza con la victoria en Australia, una señal temprana de que McLaren traía un auto capaz de desafiar al vigente campeón. Sin embargo, no todo fue lineal: la descalificación en Las Vegas por irregularidades técnicas y el error estratégico en Qatar complicaron su margen de maniobra en la recta final.
Pese a esos tropiezos, Norris sostuvo un ritmo competitivo que le permitió llegar al último Gran Premio con posibilidades reales frente a un Verstappen decidido a retener la corona. En Abu Dabi, el neerlandés ganó la carrera, pero la estrategia de McLaren —con una lectura precisa del desgaste y del tráfico en pista— sostuvo a Norris en el podio, asegurándole los puntos necesarios para cerrar el campeonato.
Tras años de irregularidad y dominio alternado de Mercedes y Red Bull, el equipo de Woking recupera protagonismo y rompe un ciclo de 16 temporadas con títulos concentrados en solo dos escuderías. Analistas y aficionados destacan que el campeonato de Norris abre la puerta a una nueva etapa de competencia más equilibrada y con múltiples contendientes.
El título confirma además la madurez deportiva del piloto, quien en años anteriores acumuló podios sin concretar victorias clave. En 2025, Norris combinó velocidad pura, gestión mental en momentos de presión y una lectura táctica cada vez más fina, cualidades que finalmente lo elevaron a la posición que durante varios años se sintió cercana, pero no alcanzable.
El desenlace en Abu Dabi no solo cerró un campeonato histórico: señala un cambio de rumbo en la Fórmula 1. McLaren vuelve a pelear por todo, Verstappen mantiene la competitividad que lo define y una generación joven —con talentos como Norris y su coequipero Oscar Piastri— comienza a tomar las riendas del futuro inmediato de la categoría reina.
Foto: EFE/EPA/ALI HAIDER






Redacción Paralelo 19




