Boletos fantasma: conciertos falsos exhiben fraude digital y vacío de control en Puebla

La aparición de conciertos de Maná, Alejandro Fernández y Ricardo Arjona anunciados en Puebla a través de una plataforma identificada como PueblaTickets encendió alertas por un posible fraude en la venta de boletos, al tratarse de eventos que no han sido confirmados por los artistas ni difundidos en sus canales oficiales. El caso revela nuevamente la vulnerabilidad del público ante esquemas digitales que simulan legitimidad para captar recursos.
De acuerdo con la información difundida en el sitio web, la plataforma promociona la venta de entradas para tres conciertos supuestamente programados en enero, en recintos de alto perfil como el Auditorio GNP y la Arena GNP, con precios que van de 500 a 7 mil 950 pesos, además de ofrecer pagos a meses sin intereses. Incluso, se señala el 25 de diciembre como fecha límite de preventa, un recurso que suele utilizarse para generar presión y urgencia entre los compradores.
El primer evento anunciado corresponde a un concierto de Maná el 31 de enero; el segundo, una presentación de Alejandro Fernández el 24 de enero; y el tercero, un espectáculo de Ricardo Arjona el 25 de enero. Llama la atención que los tres conciertos comparten sedes, rangos de precios y esquemas de venta, un patrón recurrente en páginas que replican carteleras falsas para aparentar autenticidad.
Más allá del engaño puntual, el caso expone la falta de controles efectivos en la promoción y comercialización de espectáculos en plataformas digitales. La facilidad con la que estos sitios operan, sin supervisión visible ni sanciones inmediatas, permite que el fraude se repita y que los consumidores queden expuestos a pérdidas económicas.
Aunque se insiste en que el público verifique información en canales oficiales, la responsabilidad no puede recaer únicamente en los usuarios. La proliferación de boleteras falsas exige una respuesta más firme de autoridades de protección al consumidor y del sector del entretenimiento, para frenar prácticas que lucran con la expectativa cultural y erosionan la confianza en los eventos en vivo.
Mientras no existan acciones preventivas claras, los conciertos inexistentes seguirán vendiéndose como si fueran reales, y los boletos fantasma continuarán encontrando compradores desprevenidos.






Redacción Paralelo 19




