EU podría tener a su primera presidenta mujer

En los últimos días, la política internacional ha caricaturizado al presidente Joe Biden de diversas formas, en eventos recientes, ha sido evidenciado de varias maneras: distraído o dando declaraciones sin sentido.

Para algunos, ha sido mera estrategia; para otros, mensajes de inestabilidad, en el país de la mercadotecnia y la propaganda, el impacto de los medios suele ser brutal, sobre todo cuando abiertamente toman partido.

Varias voces influyentes en Estados Unidos clamaban que Biden desistiera de su candidatura a la reelección por la Casa Blanca.

Fue hasta el fin de semana cuando se anunció que el presidente de EE. UU. estaba aislado por haber dado positivo al Covid-19, los analistas ahora señalan que fue la estrategia perfecta, el timing exacto para que hiciese pública su renuncia a la candidatura por el Partido Demócrata.

Ayer, de manera muy ordenada y tomando en cuenta hasta la hora, Biden y su equipo se llevaron las ocho columnas.

Desde su cuenta oficial en X, trascendió la publicación en la que dejaba patente su declinación para la reelección, anteponiendo, de acuerdo a su mensaje, la estabilidad política y social de Estados Unidos.

Minutos más tarde, destapó a Kamala Harris, su vicepresidenta, como la posible candidata a la presidencia por el Partido Demócrata.

Biden explicó por qué apoya a Harris. Destacó que hace cuatro años no se equivocó al sumarla a su equipo y designarla vicepresidenta.

Kamala también hizo lo propio en sus redes sociales, subrayando que es un honor contar con el respaldo de Biden y que hará todo lo que esté en sus manos para ganarse esa nominación como candidata demócrata.

Recordemos que Kamala en 2020 aspiró a la candidatura; sin embargo, no se concretó. Quizá era muy pronto o no tenía un equipo de respaldo tan sólido.

Desde 1872, una lista de 11 mujeres ha aspirado sin éxito a la presidencia de Estados Unidos, la más reciente fue en 2016 con Hillary Clinton, también contra Trump. Al electorado y a la comentocracia en Norteamérica, no le es indiferente que México tenga a una mujer electa en la presidencia.

La política en Estados Unidos no es tan diferente a la de México en lo que respecta a la construcción de acuerdos y el “alineamiento” de la base alrededor del poder.

Podemos asegurar que la mayoría de los demócratas seguirán la línea del mandatario y se sumarán a apoyar a la vicepresidenta.

Esto es relevante considerando que los días 19 y 22 de agosto se celebrará la Convención Nacional Demócrata.

Una de las razones para el “alineamiento” es que Kamala es la siguiente en la línea constitucional de la sucesión. ¿Quién querría pasar por alto o por encima de la primera mujer de ascendencia afroamericana aspirante a la candidatura presidencial?

Al ser la vicepresidenta, cuenta con positivos y negativos, el Partido Demócrata ya debió hacer su balance en torno a tres cuestionamientos claves.

Primero, ¿con qué popularidad llegaría Kamala? Segundo, ¿cuál será el discurso contra el candidato republicano? Y tercero, ¿cómo respondió Harris a los momentos difíciles durante su cargo? Desde la posición de EE. UU. como miembro de la OTAN en la guerra de Rusia con Ucrania hasta la crisis migratoria con México.

Kamala Harris tiene la oportunidad de retar a Trump, su ventaja es ser mujer, más joven, y la primera mujer de color en llegar a la candidatura presidencial.

Seguramente, en el discurso social podría dar la batalla a los republicanos, la “VP” podría traer un discurso más agresivo y respondón contra el “bully” Trump.

Su mero perfil como mujer de ascendencia afroamericana y de causas le permitirá contestarle fuerte, duro y a la cabeza al candidato republicano.

Ese potencial estilo podría enamorar a los indecisos e incluso a alguna parte de la base de apoyo republicano, por ejemplo, aquellos que están a favor de la agenda del “viejo gran partido”, pero no con el perfil de Trump.

El reto para Kamala pasa por desmitificar el discurso político de Donald, si en un par de meses lo logra, noviembre será otra historia.

El Partido Demócrata ya sabe lo que es perder una elección contra Trump, pero más importante aún, ya sabe cómo ganarle.

Un Biden que definitivamente no es el de hace cuatro años mostró el camino, Kamala perfectamente podría recomponer el rumbo si las jugadas que siguen las juegan “de manual”.

Los demócratas tienen poco tiempo para sacar la casta e impedir que un Trump, que al parecer marcha en caballo de hacienda, llegue a la Casa Blanca por segunda ocasión.

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