
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha decidido despedir a varios funcionarios, fiscales y empleados que trabajaron en el equipo que investigó al expresidente Donald Trump.
Estos empleados estaban involucrados en dos casos relacionados con la retención de documentos clasificados por Trump y sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020.
Según un portavoz del Departamento, el fiscal general interino, James McHenry, no confía en que estos empleados puedan implementar fielmente la agenda del nuevo presidente, esta acción se considera parte de un esfuerzo para acabar con la “instrumentalización” del Ejecutivo.
La investigación fue dirigida por el exfiscal especial Jack Smith, quien creó un equipo de al menos 40 abogados, aunque Trump fue imputado en dos casos, Smith decidió dar por terminados estos casos después de que Trump ganara las elecciones de noviembre, siguiendo directrices que prohíben procesar a un presidente en ejercicio.
Cabe destacar que el Departamento de Justicia ha iniciado una nueva investigación sobre los fiscales que presentaron cargos contra los acusados del ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.