Ciclón deja destrucción masiva en Asia y expone fallas en prevención climática

as inundaciones provocadas por el paso de un ciclón tropical en Indonesia, Sri Lanka y Tailandia han dejado una profunda crisis humanitaria en la región. De acuerdo con reportes internacionales, más de mil 400 personas murieron y al menos 800 permanecen desaparecidas, en uno de los desastres naturales más mortíferos registrados recientemente en el sudeste asiático.

Las lluvias comenzaron a finales de la semana pasada, pero se intensificaron durante el fin de semana, superando rápidamente la capacidad de respuesta de los gobiernos locales. El mayor impacto se registró en la isla indonesia de Sumatra, donde las inundaciones y deslaves dejaron 770 víctimas mortales y 463 personas no localizadas, según autoridades de emergencia. En Sri Lanka, los organismos de protección civil contabilizaron 479 fallecidos, mientras que en el sur de Tailandia se confirmaron 185 muertes relacionadas con el fenómeno.

Los equipos de rescate se mantienen desplegados, aunque enfrentan severas complicaciones por las lluvias persistentes, el difícil acceso a zonas remotas y el colapso de vías terrestres. Las autoridades han advertido que las cifras podrían aumentar en las próximas horas debido a la magnitud de los daños.

En Sri Lanka, cerca de un millón de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares ante el rápido desbordamiento de ríos y la destrucción de viviendas precarias. Refugios temporales operan con recursos limitados, mientras organismos internacionales comienzan a coordinar esfuerzos para el envío de ayuda humanitaria.

Expertos en gestión de riesgos han señalado que el impacto del ciclón refleja la falta de infraestructura resiliente en la región, así como los efectos acumulados del cambio climático y la deforestación en zonas vulnerables. La combinación de lluvias extremas, suelos degradados y expansión urbana sin control ha multiplicado los daños y dejado a millones de personas expuestas.

Las autoridades continúan en alerta ante nuevas precipitaciones, mientras los países afectados enfrentan un largo proceso de recuperación y reconstrucción.