Alejandro Barroso hunde a Tehuacán en la inseguridad

- Homicidios, robos, extorsiones, ausencia policial y conflictos sociales hunden al segundo municipio más importante de Puebla en una crisis sin precedentes.
Tehuacán atraviesa uno de los peores momentos de su historia reciente. Bajo la administración de Alejandro Barroso Chávez, la ciudad ha sido arrastrada a una espiral de inseguridad, conflictos sociales y un creciente abandono institucional que tiene a los ciudadanos sumidos en el miedo, la desconfianza y la desesperanza.
Según datos de la Fiscalía General del Estado, solo en enero de 2025, Tehuacán registró 13 homicidios, más del 500 % de incremento respecto al mes anterior, además de un alarmante aumento en desapariciones, robo de autos, narcomenudeo y violencia familiar. Las cifras son frías pero contundentes: el crimen ha tomado las calles y el gobierno local ha sido incapaz de contenerlo.
“No tenemos los elementos suficientes”, reconoció el propio Barroso Chávez en marzo, admitiendo que la ciudad carece de al menos 200 policías para garantizar seguridad mínima. Mientras se intenta formar una Guardia Civil Turística y reclutar nuevos elementos, los ciudadanos siguen siendo víctimas cotidianas del crimen organizado y común. Robos a mano armada, extorsiones y secuestros se reportan con regularidad, sin que las autoridades locales respondan de forma efectiva.
A esta crisis se suma el caos urbano. La reubicación de vendedores ambulantes en el centro histórico provocó bloqueos, afectaciones viales y denuncias de favoritismo. Comerciantes formales y peatones se quejan del desorden y la falta de planeación. Además, grupos de vendedoras de hierbas medicinales interpusieron un amparo contra el ayuntamiento tras ser desalojadas, a pesar de pagar sus permisos. El tejido social se rompe a diario, alimentado por decisiones autoritarias y falta de diálogo.
Barroso Chávez ha sido también señalado por abandonar temas fundamentales como la basura, el agua y el funcionamiento de los mercados municipales
La planta tratadora de residuos sigue sin operar; la Coparmex ha denunciado que el sector empresarial ha sido excluido de decisiones importantes; y en mercados como el “16 de Marzo” y “La Purísima” se viven conflictos internos por nombramientos arbitrarios de administradores.
Los problemas alcanzan incluso a las juntas auxiliares, como San Nicolás Tetitzintla, donde las protestas tras plebiscitos inconclusos derivaron en enfrentamientos y acusaciones de fraude, sin que el gobierno municipal haya intervenido con una solución real.
Mientras tanto, el gobierno local promueve medidas superficiales como el bacheo nocturno, un turibús turístico y una ambulancia escolar, que muchos ciudadanos califican como “ocurrencias” frente al deterioro estructural del municipio.
Tehuacán, la segunda ciudad más importante de Puebla, enfrenta una tormenta perfecta de inseguridad, negligencia institucional y descontento social.