Asalto en Coppel Tehuacán exhibe vulnerabilidad comercial y fallas de seguridad

El asalto registrado en una tienda Coppel de Tehuacán, donde cuatro sujetos fingieron ser clientes para llevarse alrededor de 90 mil pesos, volvió a evidenciar la fragilidad con la que operan comercios de alto flujo en el municipio. Aunque la táctica utilizada no es nueva, sí muestra la creciente capacidad de bandas delictivas para mezclarse entre compradores, estudiar el entorno y actuar sin ser detectadas.
El hecho ocurrió alrededor de las 19:30 horas del pasado viernes, cuando los servicios de emergencia fueron alertados sobre el robo al interior del establecimiento. Elementos de seguridad y cuerpos de emergencia se trasladaron de inmediato al sitio y se entrevistaron con el personal afectado para recabar información. Sin embargo, pese al operativo implementado en la zona, los responsables lograron escapar sin dejar rastro, lo que vuelve a poner sobre la mesa la eficiencia real de los protocolos de reacción policial.
Los asaltantes ingresaron como cualquier cliente, observaron el movimiento interno y esperaron el momento oportuno para acercarse a la caja. Mediante amenazas, exigieron el dinero y abandonaron el lugar con rapidez. Esta facilidad evidencia fallas importantes: ausencia de filtros preventivos, vigilancia insuficiente y falta de supervisión en áreas críticas como cajas y zonas de resguardo.
La crítica no recae solo en la delincuencia, sino también en la empresa. Coppel enfrenta una tendencia creciente de robos, lo que obliga a cuestionar el tipo de seguridad que ofrece a trabajadores y clientes. La falta de elementos visibles, la reacción tardía y los sistemas de monitoreo poco efectivos agravan la percepción de vulnerabilidad.
Además, este episodio confirma que cometer delitos en espacios concurridos sigue siendo un riesgo mínimo para los delincuentes. Urge que autoridades y empresa actúen coordinadamente: reforzar vigilancia, modernizar cámaras, capacitar al personal y mejorar los protocolos no puede ser opcional. La ciudadanía merece comercios seguros, no escenarios recurrentes de impunidad.





Redacción Paralelo 19




