La presidenta explicó que el Parque de Economía Circular operará como una plataforma productiva de nueva generación, enfocada en dar valor económico a residuos que hoy representan un problema ambiental. El esquema contempla procesos industriales para convertir desechos en materiales reutilizables, como el uso de neumáticos en obras, la transformación de plásticos, el reaprovechamiento de residuos de construcción y la recuperación de fibras a partir de prendas en desuso.
Sheinbaum subrayó que el proyecto ya ha despertado interés empresarial significativo, con al menos una decena de compañías dispuestas a integrarse al desarrollo, lo que perfila un escenario de inversión privada, creación de empleos técnicos y fortalecimiento de industrias asociadas a soluciones ambientales.
Desde la perspectiva del Gobierno federal, la elección de Puebla responde a la intención de posicionar al estado como un punto de referencia en manejo sustentable de residuos, en concordancia con la meta nacional de reducir la generación de basura, limitar los impactos ecológicos y promover un uso más eficiente de los recursos materiales.
El desarrollo del parque se realizará con el respaldo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en coordinación con autoridades estatales, como parte de una política pública que busca consolidar proyectos ambientales con efectos positivos tanto en la economía como en el bienestar social.
Con el anuncio formalizado desde la conferencia matutina, Puebla comienza a perfilarse como un eje estratégico para la economía circular en el país, en momentos en que la agenda ambiental se integra de manera creciente a la planeación industrial y a la atracción de capital enfocado en sostenibilidad.