Nochebuena violenta revela persistente crisis de seguridad pese a cifras oficiales

La violencia volvió a imponerse incluso en una de las fechas más simbólicas del calendario. El 24 de diciembre se reportaron 42 homicidios dolosos en México, de acuerdo con un informe preliminar de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), elaborado con datos de corporaciones de seguridad y fiscalías estatales. Aunque la cifra representa una disminución respecto a la Nochebuena del año anterior, el balance vuelve a exhibir la fragilidad de la seguridad pública en el país.
El reporte oficial indica que Chihuahua concentró el mayor número de casos, con seis homicidios, seguido de Jalisco, con cinco. Sinaloa, Estado de México y Morelos registraron cuatro casos cada uno, mientras que Baja California sumó tres. En Aguascalientes, Guanajuato, Tamaulipas, Quintana Roo, Hidalgo y Puebla se contabilizaron dos homicidios por entidad. En tanto, Ciudad de México, Colima, Oaxaca y Sonora reportaron un caso cada uno.
Si bien el número es menor al del año previo —cuando se documentaron 54 homicidios dolosos en Nochebuena, principalmente en Guerrero y Morelos—, la reducción no necesariamente implica un cambio de fondo. La persistencia de asesinatos en una noche asociada a la convivencia familiar y la paz social cuestiona la efectividad de los operativos especiales y de la estrategia de seguridad en su conjunto.
Más allá de la comparación anual, el dato central es la normalización de la violencia. Que decenas de homicidios en una sola jornada festiva se presenten como un balance “a la baja” refleja un estándar preocupante. La dispersión geográfica de los casos confirma que el fenómeno no está contenido en regiones específicas, sino que atraviesa al país.
La Nochebuena dejó menos víctimas que el año anterior, pero el mensaje sigue siendo el mismo: la violencia no descansa y las cifras, aunque menores, continúan evidenciando una crisis que aún no encuentra solución estructural.






Redacción Paralelo 19




