Más vale un grito y cambio a tiempo que vivir en mil lamentos

Que tal estimados lectores, nuevamente nos saludamos en un inicio de otra semana convulsa y de polarización dentro de la política nacional, la semana pasada me abstuve de emitir alguna opinión, no porque no la tenía en ese momento, sino porque quería asimilarla mejor en la reacción de los actores políticos y jurídicos que definirán el destino de México, no solo para la próxima elección sino para los siguientes treinta o cuarenta años de nuestra vida política e institucional, no es que sea catastrófico, es que es la realidad, lo que nos debe preocupar como sociedad, porque estamos en peligro de dejar de ser una democracia líder en la estabilidad, a ser una más de las fallidas democracias Latinoamericanas, que son convulsas que tiene rezagada a esta región del mundo, algo que si no me equivoco, superamos hace más de 70 años al día que escribo esta columna, ya que en México sí con fallas, pero apostamos por una sociedad en continua evolución.

Es claro los fenómenos que están azotando a nuestro país en diversos ámbitos, en el político democrático, vemos a un grupo que hoy gobierna, tratando de dañar la estructura democrática y certidumbre electoral mediante la legislación de leyes secundarias que violan la Constitución, que saben que están en un error, pero en lugar de encontrar civilidad política y lógica, han decidido lanzarse contra el poder judicial que es quien por Ley puede desechar dichas reformas regresivas y que además lograron que la sociedad civil se manifestara de forma plural para defender la institución que por excelencia empodera a la Ciudadanía, que es el INE, porque con el andar democrático construido incluso por los que hoy desprecian las instituciones que ellos ayudaron a construir desde la oposición, logramos como mexicanos que el poder político que nos gobierna provenga de la ciudadanía, no desde el poder mismo, logramos desbaratar la dictadura perfecta, pero que hoy con el Obradorato en su llamada “Cuarta Transformación” pretende volver a instituir una democracia simulada y sometida al poder ejecutivo, por tal vemos que la nutrida defensa de la democracia por la ciudadanía, hoy también viene acompañada de la razón.

Decía Theodore Roosevelt: “una gran democracia debe Progresar o pronto dejara de ser o grande o democracia”, y nuestro país pese a lo que se diga, es una gran democracia, que se consolidó desde la voz de la ciudadanía, misma que salió a marchar para defenderla, misma que seguramente pasará factura electoral a quien hoy la desafía, es verdad el sistema electoral al ser producto de la legislación, siempre debe estar como la sociedad en constante evolución, pero claramente las reformas aprobadas van en contra de ese sentido, porque además viene desde la expresión del autoritarismo y la voluntad de un solo hombre, solo se sostiene por el capricho presidencial de la falacia institucional, además de que no han podido dar argumentos jurídicos o de técnica electoral, la defensa del proyecto del presidente López Obrador se basa solo en la descalificación de quienes encabezan aún el órgano electoral o los insultos ad hominem para los Ministros que juzgarán la cuestionada reforma, pero no dan una razón sólida, rehusaron al debate político en las cámaras o a los foros ciudadanos, optan por mayoritear al más viejo estilo del priismo setentero, votar incluso contra la propia Constitución, solo para agradar al Presidente, omitiendo que como legisladores protestaron guardar y hacer guardar la legalidad, las dudas que llegan es ¿Cuántos de ellos en un escenario de mayor competencia electoral como el de 2024 tendrán la cara o pagarán la factura con un electorado que vio su actuar vil? ¿será que MORENA y la 4T han decidido apostar a ya solo defender el poder con el voto que controlan con los programas sociales y lo que aún queda de la fanaticada obradorista? Dudas complejas y muy legitimas para el escenario que estamos por ver.

Vemos a un oficialismo plenamente de reacción en cada acción que pretenden aún implementar como Gobierno, ya que no pretenden resolver ninguno de los graves problemas de la agenda nacional, en el asunto electoral que ya mencionamos solo naufragan en un mar de agresiones e incluso de violencia institucional contra la titular de un Poder como lo es contra la Ministra Norma Piña, no importa si es el Día Internacional de la Mujer o un evento oficial, se han dedicado a escucharse a sí mismos y vivir en diatribas políticas desde quien encabeza el poder ejecutivo, no importa si es la titular de un poder, si es un colectivo con una legítima agenda social o un simple ciudadano que ejerza su derecho a disentir.

Vemos también que la situación de seguridad cada día está más grave a lo largo y ancho de nuestro país, la agenda de seguridad es nula, ineficiente e ineficaz, de la misma manera que en los dos casos anteriores solo se cosechan fracasos, mismos que además cuestan vidas, el tiempo ha dado la razón a quienes señalamos que era un error la militarización de la seguridad pública, buscan justificar los yerros políticos y de la seguridad pública, con el espectáculo fallido de un linchamiento mediático por el hoy condenado García Luna que si es verdad hoy ya vimos es un delincuente, este no pudo ser juzgado en nuestro país , vaya el gobierno que lo lincha, jamás pudo instruir un solo asunto en su contra, hasta que el Gobierno de Estados unidos lo sometió a proceso penal, con lo que queda claro que en nuestro país solo hay discurso, pero no capacidad de castigar el pasado, pero hay algo más grave, en pasados días vimos con el caso Matamoros, que fue más fácil que se localizara a un grupo de extranjeros víctimas de la delincuencia organizada, solo por la presión internacional, de lo contrario serían unos desaparecidos más en los más de 100,000 de la actual administración, además lo crítico es que si se obtuvo un resultado fue porque el mismo grupo delincuencial decidió entregar a las víctimas y a unos supuestos victimarios, la respuesta oficial, fue solo una falsa campaña de patrioterismo político, pero cada día la situación sigue en el mismo tenor, violencia descontrolada, autoridades superadas y un discurso que cada día se ve más hueco, vacío y que para los mexicanos solo les trae mas preocupaciones de ver a su país rendido ante la delincuencia.

Podemos afirmar de que en el país tenemos una administración perdida, pues sí, que pudiera ser el presidente factor de resistencia del oficialismo, pues también pareciera que así es, ya que una oferta de cambio o de certidumbre en el futuro no se ofrece desde esa opción política, solo la resistencia con un discurso que ahora ya no afirma, sino que solo se dedica a negar la realidad, no importa que le exhiban un documento frente a él, la respuesta será un agresión y demagogia, no importa que se exhiban contratos y auditorias, la respuesta será la misma, no importa que veamos que jurídicamente no pueden sostener ni un solo proceso por ineptitud, la respuesta será similar además de culpar al poder judicial con el fin de justificar con política la ausencia de capacidad, una derrota jurídica del PLAN B como se ve claramente sucederá, nos llevará a ver a que el presidente López Obrador desde su tribuna mañanera asumirá que no pudo realizar una elección de Estado y viendo el clima de ingobernabilidad en varios puntos del país, decida que en 2024 la violencia de todo tipo, sea lo que le permita maniobrar para que su partido y aliados puedan retener el poder.

Que nos queda a los ciudadanos que vemos este escenario peligroso para todos, pues tratar de salvar el país con lo que ya vimos es el punto débil del oficialismo, el cuestionar, el no callar, el participar mediante la crítica que construya, la sociedad evolutiva además de democrática que entre todos el día de hoy todavía tenemos, fundamentalmente dejara atrás la apatía política, ya se demostró que la política no le pertenece a la clase política que se ha visto superada como nunca antes en la historia de nuestro país lo cual celebro, la política le pertenece a la ciudadanía y quien pretenda ser opción, debe entender ese claro mensaje que la sociedad en dos grandes marchas deja claro y firme.

El mensaje ahí está, el escenario también; ahora si esta en nosotros estimados lectores, en nadie más, no dejemos perder el país de todos, por la voluntad de uno o como dirían en mi pueblo; más vale un grito y cambio a tiempo, a después vivir en mil lamentaciones, pata ser un país más de América Latina que se derrumbó por el populismo y la apatía de la sociedad.

 

 

 

 

 

 

 

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