El arte de operar en contra
Luis David García
Operar en contra de un candidato o ex aliado, es un arte y generalmente es mal ejecutado por quienes lo realizan.
Usualmente quien se encarga de esta labor son personajes que no recibieron lo que esperaban, que, en su enojo, su ego es tan lastimado que no pueden sumarse con humildad sino que buscan por cualquier vía tratar de evitar que los resultados que le fueron adversos se consoliden a través de una victoria.
Así, llegan a realizar acciones que parecían impensables, a traicionar no sólo acuerdos, sino también sus ideales, dejando de lado la unidad. El trabajo en conjunto y el apoyo mutuo se rompe por la falta de confianza.
Esto ha ocurrido en distintos municipios con distintos personajes que fueron relegados, por malos resultados, por falta de apoyo, o porque las cartas del destino cambiaron y no operaron a su favor.
En Tecamachalco, por ejemplo, la hija del candidato a Senador, Daniela Mier, se ha encargado de operar a favor del rival de Morena, Inés Saturnino a través de personas del ayuntamiento que se encargan de aforar eventos y de participar abiertamente en favor del aspirante del PAN.
Por la mañana operan en el Sistema Municipal DIF o en cualquier otra dependencia del municipio, pero por la tarde noche participan abiertamente a favor del aspirante albiazul, señalado por violencia de género, pero también de recibir dinero del crimen organizado para su campaña.
En otros municipios sucede lo mismo, la operación alterna, lo que sería un arte, sale a la luz, porque siempre hay alguien que toma una foto, que avisa a alguien más de la reunión, que reporta los movimientos; el infiltrado dentro de los infiltradores pues.
De toda esta información están llenos los bunkers, los cuartos de guerra y las mesas políticas de los tomadores de decisiones en las altas esferas, todo se sabe, todo sale a la luz, desde los mensajes hasta las mentadas de madre, operar en contra es un arte, porque forma parte de un propósito más grande: saber con quien no se cuenta.