¿La muerte anunciada de Acción Nacional?
Luis David García / Harakiri
Si el Partido Acción Nacional pretende seguir con vida para los próximos comicios, no puede seguir en la ruta de los descalabros, las malas decisiones y los caprichos de unos cuantos.
Si el principal promotor de la “Alianza por México” realmente busca influir en la sociedad y retomar un poco de lo que alguna vez representó debe darle voz a sus militantes, que son los más lastimados y dejar de lado a los grupos que en varias ocasiones han secuestrado al partido, pero que también le han ocasionado las mayores derrotas en los tiempos recientes.
Las elecciones y la mayor debacle del PAN acaban de pasar, y si bien faltan 3 años para el 2027 y un poco más para el 2030, se debe trabajar ya en la reestructura y acomodo de estrategias que le permitan sobrevivir y dar buenos resultados.
En el espejo está la realidad que vive el PRI, a punto de desaparecer, perdiendo incluso el registro en varios estados, acabando como cuarta fuerza política debajo de un Movimiento Ciudadano que de apoco desplaza los esfuerzos de cualquier color opositor.
Si la vergüenza tuviera cabida, ni en el PRI, ni en Acción Nacional los actuales dirigentes tendrían un espacio y quienes han trabajado desde la oposición con buenos resultados obtendrían una oportunidad.
En Puebla, por ejemplo, el único bastión vivo de Acción Nacional es San Andrés Cholula y sus representantes son serios contendientes para levantar la mano y hacerse del partido. En el proceso de este municipio hubo participación de los albiazules y fue el único que logró resistir la ola de Morena.
Veremos entonces, si la militancia puede más que los consejos, y si la prudencia puede más que el hambre de poder; ya el PAN vivió de cerca el destino del PRD, que, sin bases comprometidas, pues nunca fueron escuchadas, quedaron en el olvido.