Opinión

Alejandro Armenta, el proyecto para la transformación 

Luis David García

 

Desde su elección como gobernador, Alejandro Armenta ha delineado un ambicioso plan para Puebla, enmarcado en su Proyecto Estatal 2024-2030. Esta propuesta, articulada en diez pasos y cien compromisos, busca consolidar lo que él ha denominado el “Segundo Piso de la Cuarta Transformación” en la entidad.

Uno de los enfoques centrales de Armenta ha sido la recolección de diagnósticos en los diversos municipios y zonas migratorias de Puebla. Este recorrido no solo le permite tener un contacto directo con la población, sino que también busca ajustar su estrategia de gobierno para lograr un impacto social y económico más efectivo. Su administración se plantea, así, como un esfuerzo continuo por entender y atender las necesidades reales de los ciudadanos.

Un aspecto crucial de su plan es la proyección presupuestal. Armenta estima que, para el año 2030, Puebla podría contar con 191 mil millones de pesos, un aumento significativo respecto a los 121 mil millones proyectados para 2024. Este incremento no es arbitrario; está basado en diagnósticos que indican la necesidad de asignar aproximadamente 117 mil millones anuales a sectores vitales como seguridad, salud y educación.

Este enfoque es particularmente relevante, dado el contexto de desaceleración económica que ha enfrentado el estado. Armenta ha identificado la inestabilidad política—resultado de la sucesión de seis gobernadores y una gobernadora en los últimos ocho años—como un factor que ha obstaculizado el crecimiento. Su llamado a “acelerar el paso” resuena como un intento de construir un liderazgo más sólido y unificado en un momento crítico.

Entre los diez pilares que sustentan su propuesta, destacan la lucha contra la corrupción, la promoción de la democracia y la participación ciudadana, así como la inclusión de la diversidad poblana. Armenta también pone un énfasis notable en el reconocimiento de las culturas originarias y en la modernización del sistema de justicia. Estos temas no solo son relevantes para la gobernanza, sino que también apuntan a un esfuerzo por construir una sociedad más equitativa y justa.

Su enfoque en la infraestructura para el desarrollo y la rectoría económica y social subraya una visión sostenible para el futuro de Puebla. La educación de calidad y la innovación tecnológica son ejes fundamentales en su agenda, reflejando un compromiso con el desarrollo humano y social.

Además, Armenta ha destacado la importancia de la cultura, el arte y el deporte como herramientas para mejorar la salud y el bienestar de la población. Esta visión integral busca no solo elevar la calidad de vida, sino también fortalecer la identidad y cohesión social en Puebla.

El camino que enfrenta Alejandro Armenta es, sin duda, monumental. Sin embargo, su enfoque estratégico y su propuesta fundamentada en diagnósticos sólidos ofrecen una perspectiva esperanzadora para Puebla. Con un plan bien definido y metas claras, el gobernador electo se posiciona como un líder que podría acelerar el desarrollo del estado, impulsando una Puebla más próspera, justa e inclusiva.

El éxito de su gestión dependerá no solo de la ejecución de estos compromisos, sino también de la capacidad de generar un consenso entre los diversos actores sociales y políticos. La atención y el apoyo de la ciudadanía serán igualmente cruciales en este proceso de transformación.

Luis David García

Egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, asesor en comunicación política y digital en distintas campañas políticas, medios de comunicación y agencias publicitarias. Se ha desempeñado como periodista en medios nacionales y de circulación local. Actualmente es director de Paralelo 19 y estudia la maestría en mercadotecnia estratégica.

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