Alberto Peláez: un narrador del mundo contemporáneo

Columna 14

COLUMNA: Cultura de tanto en cuando

 

En el debate actual sobre el valor del periodismo, pocas trayectorias resultan tan importantes como la de Alberto Peláez Montejos. El nacido en Madrid (1964), ha transitado los caminos más ásperos del oficio periodístico, confrontando guerras y catástrofes con el fuerte principio de que, compartir la información aún en sus momentos más tensos y extremos, es un acto de resistencia y de dignidad humana.
Peláez proviene de un entorno periodístico, pues su padre, Joaquín Peláez, fue un destacado comunicador en España. En palabras de Alberto, esa estrecha relación con su padre despertó precozmente en él, una sensibilidad hacia las letras, la noticia y el mundo exterior. Fue, sin duda alguna, ese amplio interés en ámbito de la comunicación, lo que lo llevó a estudiar Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente a cursar un posgrado en Comunicación Internacional en Harvard en 1984.
Ya como joven comunicador, Peláez combinó el periodismo con el arte, pues incursionó también como actor de doblaje durante casi una década, hecho que le permitió trabajar su dicción, su entonación y sobre todo, su presencia vocal que siempre se destacó frente a la cámara en sus años como corresponsal. No obstante, su primer contacto con noticias internacionales tuvo lugar en 1983, cuando colaboró con Radio Montecarlo en París y con el canal en español 47 de Nueva York, experiencias que lo marcaron indiscutiblemente y le abrieron paso a un nuevo itinerario periodístico en México y en España.
Un par de años más tarde, en 1985, su vínculo con México se fortaleció al integrarse a Televisa, empresa en la que comenzó de la mejor forma: laborando bajo la tutela del siempre recordado Jacobo Zabludovsky. Fue allí donde comenzó a ganarse la confianza de los más experimentados comunicadores y rápidamente se convirtió en corresponsal permanente. Fueron más de 30 años los que Alberto Peláez estuvo en Televisa, frente a las cámaras, con su inquebrantable serenidad, su particular cruzar de brazos y narrando con micrófono en mano, algunos de los momentos más crudos y trascendentales de los últimos años en el panorama internacional.
Ese protagonismo bien ganado en el mundo periodístico, lo convirtió en testigo presencial de múltiples guerras y crisis humanitarias. Participó en la cobertura de conflictos en Irak, Afganistán, la antigua Yugoslavia, Somalia, Ruanda, e incluso en detonaciones políticas en Oriente Medio. Sus registros, crónicas y reportajes pudieron ingresar al imaginario colectivo mexicano e hispanoamericano, pues a través de su voz y su palabra, fuimos también testigos de la realidad que se vivía en horizontes tan alejados de nosotros.
Sin embargo, el respeto que se le tenía a Peláez como periodista, ya no solamente era exclusivo del mundo hispanohablante; el mundo sabía quién era Alberto y cuál era la talla de su gallardía. El español no solamente sumó la presencia en veinte guerras alrededor del mundo, también tuvo el honor y el valor de haber entrevistado a personalidad que parecían imposibles de contactar, tales como Yasser Arafat, Muamar al Gadafi o Ahmed Yassin, líder y fundador de Hamas, entre decenas de personalidades más.
Más allá del micrófono y la cámara, Peláez también ha sabido bien cultivar la pluma. Es autor de varios libros, entre ellos Corresponsal en Yugoslavia: crónicas desde el infierno, War Log, La nueva guerra: objetivo Saddam, Olvidar la memoria y México a la mirada. Asimismo, ha ejercido como columnista en algunos medios de renombre como Milenio y El Universal. En cualquiera de estas obras o de las mencionadas columnas, no solo hallamos un cúmulo de información valiosa, también percibimos el aliento de un hombre que ha podido ser testigo de la verdadera dignidad humana y del rostro más real que carga la muerte. En la pluma de Peláez, nunca encontraremos únicamente noticias.
En los últimos años, Alberto Peláez ha transitado el camino de la reinvención. La crisis de los medios tradicionales y la propia transformación del ecosistema periodístico lo han llevado a explorar nuevas experiencias. Y quizás así fue que surgieron sus proyectos de Expediente Peláez, mismo que carga con el estilo periodístico y controversial que le conocemos, y también En la cama con, que se presenta con un formato más ligero y de charla cotidiana; ambos difundidos en YouTube y plataformas digitales.
Lo anterior nos habla precisamente de la gran capacidad de adaptación de un hombre que recorrió los territorios más agrestes del mundo y sobrevivió en medio de las balas. Hoy, ese mismo hombre, ha revolucionado su proyección y ha apostado por el formato de los nuevos medios, llegando a ojos y oídos de jóvenes, que quizás no tuvieron la suerte de verlo en las pantallas de los años noventa y dos miles. De igual manera, a través de charlas y conferencias como ¿De qué te quejas? y ¿Cómo superar los miedos para lograr los objetivos?, Peláez ha podido compartir con público de distintas edades, tanto su recorrido bélico, como reflexiones que motivan a la gratitud a la vida y nuestro compromiso con el mundo.
La biografía profesional de Alberto Peláez podría bien leerse como una crónica de la transformación del periodismo en las últimas décadas, pasando del corresponsal de guerra al columnista, del medio tradicional al formato digital, del reportero en primera línea al narrador con perspectiva crítica. Pero por encima del ámbito profesional, la biografía personal de Alberto Peláez, podría ser también un instructivo de superación, de motivación y de inspiración para los jóvenes que ocuparán el futuro de este planeta. Su discurso invita siempre a reflexionar sobre el papel del periodista y el valor de la verdad como puentes entre realidades invisibles y audiencias abstraídas del entorno. Y es justamente en ese punto medular en el que Alberto ha construido una voz lo suficientemente fuerte para romper cualquier silencio en cual sea la latitud.
Hoy en día, cuando muchas audiencias dudan del valor del periodismo, la trayectoria y la palabra de Alberto Peláez nos recuerdan que informar y compartir, también son un acto para procurar la ética, un acto para resarcir la memoria, y un acto para siempre conservar la esperanza.

 


Nosotros

Paralelo 19 es un periódico digital que tiene como principal objetivo mantener informada a la ciudadanía de manera veraz y objetiva.

El proyecto nace de la inquietud de periodistas, emprendedores y comunicólogos de otorgar la mejor información a los lectores en todos sus sectores; el político, el social, el cultural, el deportivo, el laboral, el empresarial y el religioso, con la finalidad de brindarles una experiencia multimedia que satisfaga las necesidades de la audiencia.

Leer más…