Tribunal declaró triunfo de Claudia Sheinbaum, ya es presidenta
Por unanimidad, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) declaró presidenta electa de México a Claudia Sheinbaum Pardo, para desempeñar el cargo del 1 de octubre de 2024 al 30 de septiembre de 2030
Los magistrados declararon constitucional la elección del 2 de junio y aprobaron el dictamen relativo al cómputo final de la elección. Se destacó que solo 23 casillas se dejaron de instalar y se atendieron 240 impugnaciones.
Según el cómputo final, Claudia Sheinbaum recibió en total 35 millones 924,519 votos, el 59.76% de los sufragios, y emitieron la declaración de validez de la elección sin discusión, sólo posicionamientos, en los que destacaron que el triunfo fue contundente.
Así, de acuerdo al cómputo final Xóchitl Gálvez, candidata de la alianza formada por PAN, PRI y PRD, recibió 16 millones 502,697 votos, el 27.45%, y el abanderado de Movimiento Ciudadano, Jorge Máynez, 6 millones 204,710 votos, es decir, el 10.32% del total.
Con el ascenso democrático, se alcanza de forma pacífica la presidencia y “se da paso a una etapa de gobernabilidad para la próxima administración”, declaró la magistrada presidenta del Tribunal, Monica Aralí Soto Fregoso.
“La primera mujer presidenta electa de México como un hecho sin precedentes, es corolario de la constante lucha de las mexicanas por alcanzar más y mejores espacios en la representación política. Es resultado de la reivindicación de las mujeres con su lucha incansable, incesante, que no han claudicado nunca para reivindicar el lugar que las mujeres mexicanas nos merecemos en el ejercicio de nuestros derechos”, remarcó.
“Ni un paso atrás”, agregó en defensa de los derechos de las mujeres, destacó e hizo un reconocimiento a Xóchitl Gálvez, candidata presidencial de la coalición fuerza y corazón por México, que integraron los partidos de oposición, por su aporte al proceso electoral, a la participación de las mujeres y contribución para el reducir las brechas de género.
El dictamen incluyó como conclusión que las elecciones fueron libres, democráticas, cumplieron con los principios constitucionales y que no se acreditó vulneración a los principios de independencia, imparcialidad y equidad en la contienda, pero en el salón de plenos si se escuchó la palabra fraude.
Fue la magistrada Janine Otalora Malassis, quien sostuvo que hubo un “fraude a la ley” convalidada por las autoridades electorales:
“Aquí, la política impuso sus tiempos a los plazos de la ley y ni el Instituto Nacional Electoral ni este Tribunal Electoral pudieron frenar esta decisión, por lo que hubo que limitarse a tratar de encontrarle un cauce legal a una irregularidad que rebasó por completo la eficacia de nuestro sistema electoral.
“Lo que fue denominado como procesos políticos novedosos, no fue más que un fraseo para evitar reconocer la comisión de un fraude a la ley”, dijo al recordar al menos un año de contienda adelantada.