Sheinbaum prioriza el rescate de los ríos más contaminados de México
El problema de la contaminación de los cuerpos de agua en México ha sido un tema alarmante durante décadas. En este contexto, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum ha establecido como prioridad en su agenda sexenal el rescate de los ríos Atoyac, Lerma-Santiago y Tula, tres de los más contaminados del país. En este espacio conocerás dos de ellos, ya que sobre el Río Atoyac se ha iniciado el saneamiento entre los diferentes órdenes de gobierno.
Río Lerma-Santiago: una cuenca vital en riesgo
El río Lerma-Santiago forma parte de la región hidrológica más grande de México y atraviesa los estados de Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Estado de México y Querétaro. La Comisión Estatal del Agua de Guanajuato destaca que el 78% del territorio de esta entidad pertenece a la cuenca, lo que subraya su relevancia tanto ecológica como económica.
Sin embargo, el impacto de la contaminación es severo. La Universidad de Guadalajara estima que para sanear el río se requeriría al menos una década de esfuerzos sostenidos. Investigadores del Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá) han manifestado que a pesar del daño ambiental, existen posibilidades de recuperación con un plan adecuado de restauración.
Río Tula: un ecosistema afectado por aguas residuales
El río Tula, ubicado en el estado de Hidalgo, sufre una grave crisis ambiental debido a que recibe descargas de aguas negras y pluviales provenientes del Estado de México. De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), su cause atraviesa por León, Tamaulipas y San Luis Potosí e incluye parte de trece municipios de estos.
De acuerdo con la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), esta situación es resultado tanto de fenómenos naturales como de decisiones gubernamentales ineficientes en materia de gestión del agua y saneamiento.
En 2006, la ONU clasificó a Tula como la ciudad más contaminada del mundo, lo que resalta la urgencia de establecer estrategias de salud y legislaciones ambientales que protejan a la población y su entorno. La comunidad académica ha insistido en que es prioritario invertir en infraestructura y regulaciones más estrictas para frenar el deterioro de este ecosistema.
Compromiso gubernamental para la recuperación de los ríos
Conscientes de la magnitud del problema, las autoridades federales han puesto en marcha un plan integral para rescatar estos cuerpos de agua, alineado con la visión ambientalista de la presidenta Sheinbaum. La implementación de tecnologías para el tratamiento de aguas residuales, la regulación de descargas industriales y la restauración de ecosistemas son algunas de las estrategias que se buscan consolidar en este sexenio.
La recuperación de los ríos Atoyac, Lerma-Santiago y Tula no solo representa un reto ambiental, sino también una oportunidad para mejorar la calidad de vida de millones de personas que dependen de estos recursos hídricos. Con la voluntad política y el respaldo de la ciencia, la posibilidad de devolverle la salud a estos ríos podría convertirse en una realidad en los próximos años.