Agua de Puebla: una década de deficiencias, cobros injustos y promesas sin cumplir

- La empresa concesionaria acumula reclamos ciudadanos por escasez de agua, tarifas elevadas y trabajos inconclusos.
Puebla, Pue.— En medio de una creciente ola de inconformidad social, la empresa concesionaria Agua de Puebla para Todos enfrenta severas críticas por su ineficiencia operativa, cobros excesivos y una falta sistemática de soluciones ante la crisis hídrica que afecta a miles de usuarios en la capital y municipios conurbados.
Durante los últimos meses, el descontento se ha intensificado en diversas colonias que apenas reciben agua una o dos veces por semana, y en otras, apenas llega un “goteo” insuficiente para llenar una cubeta. El suministro irregular se ha convertido en una constante que evidencia la precariedad del servicio.
A pesar de esta escasez, los usuarios denuncian facturas con tarifas elevadas y cobros injustificados, que en algunos casos triplican el consumo real, sumando cargos por supuestas fugas no verificadas. Incluso, varios ciudadanos han ganado amparos legales contra la empresa por estos abusos, lo que subraya la falta de transparencia y legalidad en los procesos de cobro.
Uno de los mayores reclamos es el abandono de zonas populares, mientras que las áreas de mayor plusvalía reciben atención preferencial. Además, los trabajos de reparación y mantenimiento, cuando se realizan, son percibidos como deficientes o inconclusos. Esta percepción de ineficiencia provocó que, el pasado 27 de noviembre de 2024, diputados locales, Graciela Palomares, Jaime Aurioles y Andrés Villegas, anunciaran una auditoría formal a la empresa, derivada de las constantes quejas por el mal servicio y el alza injustificada en los costos.
A esto se suma el incumplimiento en materia de saneamiento: colectivos ciudadanos han documentado que, en más de una década, Agua de Puebla no ha presentado avances reales en esta materia, a pesar de ser una de sus obligaciones contractuales.
La raíz de muchos de estos problemas, denuncian especialistas y activistas, está en la concesión otorgada en 2013, considerada desventajosa para el erario y con vigencia hasta el año 2044. A más de una década del acuerdo, no hay mejoras palpables en la calidad del servicio.
En respuesta a estas fallas reiteradas, algunos usuarios han amagado con dejar de pagar el servicio hasta que se garantice un abasto digno y continuo. Sin embargo, hasta la fecha, la empresa atiende de manera simulada, continúa con las obras que quedan a medias y deja malos trabajo que perjudican.