Poblanos con menos recursos sobreviven con $170 diarios

- La brecha entre ricos y pobres sigue siendo profunda, revela la ENIGH 2024.
La más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2024, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que, aunque en Puebla hubo un incremento generalizado en los ingresos de los hogares, la desigualdad económica sigue siendo alarmante, especialmente en los sectores más vulnerables de la población.
Según los datos, los hogares poblanos ubicados en el decil más bajo (el 10% más pobre del estado) apenas logran sobrevivir con alrededor de 5 mil pesos mensuales, mientras que en contraste, los del decil más alto (el 10% más rico) perciben ingresos que superan los 60 mil pesos al mes, es decir, más de 12 veces la cantidad del estrato más pobre.
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Decil I (más pobre): $5,048 mensuales en promedio
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Decil II: $7,354
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Decil V (promedio nacional): $14,923
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Decil X (más rico): $61,274
El INEGI destaca que los ingresos totales corrientes promedio por hogar en Puebla aumentaron en términos reales respecto a 2022. Sin embargo, ese crecimiento no ha sido homogéneo ni ha logrado cerrar la brecha entre sectores socioeconómicos.
A nivel nacional, el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad del ingreso (donde 0 es igualdad perfecta y 1 es desigualdad absoluta), se redujo ligeramente, lo que indica una mejora marginal en la equidad. En Puebla, el valor es de aproximadamente 0.431, lo que lo coloca entre los estados con mayor desigualdad en el país.
Gasto en los hogares poblanos: prioridades y contrastes
En cuanto al gasto, los hogares del primer decil destinaron la mayor parte de sus recursos a:
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Alimentos y bebidas no alcohólicas (alrededor del 40%)
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Transporte público y comunicaciones
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Servicios de vivienda (agua, luz, gas)
Mientras que en los deciles más altos, el gasto se concentra más en:
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Educación privada
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Entretenimiento
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Salud y tecnología
Esto refleja no solo la diferencia de ingresos, sino también de oportunidades y calidad de vida.
Especialistas advierten que la persistente desigualdad en estados como Puebla tiene efectos estructurales: limita el acceso a una educación de calidad, servicios de salud adecuados, empleos bien remunerados y movilidad social.
Además, la alta proporción de empleo informal, que en Puebla supera el 68%, reduce la capacidad de los hogares más pobres para incrementar sus ingresos y acceder a seguridad social o financiamiento.
Aunque la ENIGH 2024 muestra una recuperación generalizada en los ingresos tras los años más duros de la pandemia, los datos para Puebla confirman que la pobreza y la desigualdad siguen marcando el rumbo de millones de personas. La exigencia de políticas públicas focalizadas, redistributivas y de largo plazo es cada vez más urgente, si se quiere cerrar esta brecha y garantizar una vida digna para todos los sectores sociales.






Redacción Paralelo 19




