Narcomanta es una respuesta a reestructuración: Sánchez González

• Una manta con la leyenda “El penal ya tiene dueño” apareció colgada en el Cereso de San Miguel.

Puebla, Pue.— La tensión dentro del Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel volvió a manifestarse este fin de semana, luego de que autoridades localizaran una narcomanta con el mensaje “El penal ya tiene dueño”, colgada en una de las rejas del complejo penitenciario. El hecho se da en medio de una serie de ajustes estructurales que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatal realiza en los centros penitenciarios de Puebla para recuperar el control institucional.

El hallazgo ocurrió la mañana del sábado 3 de agosto y fue confirmado por elementos de la Policía Estatal, quienes retiraron de inmediato la manta y la entregaron a instancias ministeriales para su análisis. El mensaje, de claro tono amenazante, es interpretado por las autoridades como una respuesta directa a los recientes cambios administrativos que buscan erradicar el autogobierno y la influencia del crimen organizado dentro del penal.

Francisco Sánchez González, titular de la SSP en Puebla, señaló que la manta está relacionada con la resistencia de ciertos grupos delictivos a las decisiones tomadas recientemente, como la designación de un nuevo director del Cereso —un mando con formación naval— y la reestructuración operativa interna.

Este suceso ocurre apenas días después del asesinato de un custodio penitenciario identificado como Juan Pablo N., quien fue atacado a tiros en Lomas de San Miguel mientras desayunaba. El crimen fue reivindicado por la célula criminal “Operativa Barredora”, brazo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que refuerza la sospecha de que las modificaciones en el penal están generando fricciones con grupos que históricamente han operado con impunidad.

Durante el último año, la SSP ha implementado operativos de inspección, reubicación de internos con vínculos criminales y decomisos de objetos prohibidos dentro del penal. Uno de los movimientos más relevantes fue el traslado masivo de más de 3,000 reclusos en marzo pasado, muchos de ellos presuntamente ligados al CJNG y a La Familia Michoacana.