Nuevo filme de Darren Aronofsky “La Ballena”

 Llega a las salas nacionales con Brendan Fraser como protagonista y una historia que rompe con los conceptos de la apariencia y la aceptación.

El concepto básico de la humanidad consiste en la capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas. Esta característica suele distinguirnos de las demás especies que habitan el planeta, incluso las del reino animal como los simios, los cerdos o incluso, las ballenas.

Adaptando una obra de teatro del mismo guionista del filme, Samuel D. Hunter, llega La Ballena, el esperado regreso de Darren Aronofsky detrás de cámaras desde el 2017 donde dividió a la audiencia con su más ambiciosa cinta hasta la fecha, ¡Madre!. El relato nos presenta a Charlie (Brendan Fraser), un hombre con obesidad mórbida que vive encerrado en su casa que busca sanar los lazos con su hija (Sadie Sink) antes de que sea demasiado tarde.

Brendan Fraser ofrece las dos caras de este ser, uno que, por momentos, adquiere una lectura cuasi religiosa, tomando su dolor como una salvación para el resto de la gente a quienes Charlie ama, así como un camino de redención similar al pasaje bíblico de La Pasión de Cristo. Si bien pareciera que Aronofsky explota ese factor, reniega de él como en otras de sus obras, especialmente Noé La fuente de la vida, creando en este protagonista el ser más imperfecto en una representación para nada devota de estas creencias.

La Ballena también remite a algunos aspectos de aquella comedia negra de Alexander Payne, Las confesiones del Sr. Schmidt (2002), donde un anciano hombre busca hacer algo que valga la pena en su vida monótona, así como de la bella añoranza triste reflejada en la cinta mexicana Distancias cortas (Guzmán Álvarez, 2015). Aquí, la tragedia se percibe desde el primer momento, pero es el juego que hace el relato al pasar de la incomodidad al llanto, del enojo a la preocupación, donde reside la verdadera alma de este filme.

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