Crece disputa por espacios en la colonia Bosques del Pilar

• Vecinos detectaron que un área verde del fraccionamiento está registrada legalmente como terreno con uso de suelo comercial.

La inconformidad de colonos del fraccionamiento Bosques del Pilar sigue creciendo ante la pérdida paulatina de lo que para ellos eran áreas comunes y la falta de transparencia en la administración. Actualmente, hay una decena de espacios verdes cercados con malla. Vecinas y vecinos insisten en que pertenecen al fraccionamiento y temen que continúe la apropiación de los mismos.

Para los habitantes del conjunto ubicado al oriente de la capital poblana, aún quedan al menos cuatro parques—las más amplios—que son utilizadas para recreación; sin embargo, hay temor de que sean restringidas en cualquier momento, pues ya hubo un primer intento hace una semana.

Sin precisar el nombre del propietario ni el número de predios involucrados, el Ayuntamiento de Puebla, a través del área de Comunicación de Gestión y Desarrollo Urbano, informó que tras la colocación de sellos de clausura, un particular presentó documentos que acreditan su propiedad sobre los espacios. De acuerdo con la autoridad, lo que en el fraccionamiento se conocía como “área verde” está registrado legalmente como terreno con uso de suelo comercial, destinado específicamente para la construcción de locales.

Aunque el dueño demostró la propiedad, la dependencia señaló que no cuenta con licencia para edificar obras mayores a 50 metros cuadrados. Por ello, se encuentra actualmente en un proceso de regularización para poder continuar con los trabajos.

El procedimiento de privatización de espacios inició aproximadamente a mediados de julio de este año con una decena de áreas verdes, de acuerdo con testimonios.

Posteriormente— el 31 de julio—se pretendía hacer lo mismo en dos espacios más del fraccionamiento: uno ubicado en la entrada principal y otro en el segundo acceso vehicular. No obstante, algunos habitantes se pronunciaron en contra y se detuvo el cercado con malla.

De acuerdo a la información de los vecinos y colonos, las áreas han sido públicas desde hace más de 30 años, también han sido cuidadas por generaciones familiares que adoptaron estos espacios. Señaló que los colonos se vieron obligados a podar o quitar sus plantas ante el cierre del espacio y con esto la nula posibilidad de cuidado.

Desde su perspectiva, la falta de transparencia por parte del actual comité sobre el motivo del cierre, aumenta el panorama de incertidumbre para los habitantes. Además, consideró que estos actos pueden seguir replicándose en los demás jardines, lo que abriría la posibilidad de un desorden inmobiliario.