Indignante: madre obliga a su hija a robar en panadería de Amozoc; urge actuación de autoridades

• La escena, captada en una panadería del barrio San José Victoria, causó polémica en redes por las actitudes de la madre.

Un caso que conmociona a Amozoc se volvió público este viernes: una madre obligó a su propia hija menor de edad a sustraer hojaldres de una panadería local bajo la amenaza de castigo. El hecho ha generado repudio social y cuestionamientos sobre la prevención del delito y la protección de menores en el municipio.

La denuncia llegó al establecimiento después de que los empleados notaron comportamientos sospechosos en la joven al salir con productos sin pagar. Al confrontarla, la menor confesó que su madre la había presionado para cometer el robo, advirtiéndole represalias si no lo hacía. La panadería procedió a denunciar el hecho ante autoridades municipales y de bienestar social.

Este episodio pone en evidencia una doble vulneración: no solo la comisión del delito en sí, sino el uso de menores por parte de adultos para delinquir. En muchos casos así, quién debería proteger a la niña se convierte en instigador. La responsabilidad recae no solo en quien ejecuta, sino también en quien obliga.

Organismos de protección al menor han señalado que estas situaciones requieren intervención inmediata, pues detrás de ellas pueden esconderse redes de coerción o explotación familiar. Exigir justicia no es suficiente: es vital que las instituciones actúen con rapidez y acompañamiento psicológico para la niña afectada.

La Fiscalía General del Estado ya debe abrir carpeta por el delito de robo y dar seguimiento al caso como delito cometido con una persona menor, contemplando agravantes. Paralelamente, la instancia de atención a la niñez debe ofrecer medidas de protección y asistencia integral.

Mientras tanto, la comunidad de Amozoc observa con inquietud cómo estos hechos se repiten en distintos municipios, recordando que la inseguridad no solo es cuestión de robos violentos, sino también de vulnerabilidad y violencia familiar. Este caso exige que las autoridades locales y estatales trasciendan los discursos: si no pueden prevenir que una madre obligue a su hija a delinquir, difícilmente podrán garantizar la seguridad de la ciudadanía.