Coatlicue, supercomputadora que vinculará a universidades del país

• BUAP será una de ellas.

Ciudad de México.-La presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer esta mañana, durante la conferencia matutina, que Coatlicue, la nueva supercomputadora pública de México, se convertirá en el corazón del Clúster Nacional de Supercómputo y estará conectada con diversas universidades y centros de investigación, entre ellas la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

El anuncio marca un paso decisivo para impulsar el desarrollo científico y tecnológico del país. Coatlicue —nombrada en honor a la deidad mexica madre de los dioses— será la supercomputadora más poderosa de América Latina, con una inversión proyectada de 6 mil millones de pesos y una capacidad estimada de 314 petaflops, resultado de más de 14 mil GPUs distribuidas en alrededor de 200 gabinetes. En términos prácticos, equivale al trabajo combinado de casi 400 mil computadoras.

BUAP: un nodo estratégico dentro de la red

Entre las universidades que formarán parte de este entramado tecnológico destaca la BUAP, que ya opera su propio clúster de cómputo avanzado: Cuetlaxcoapan. Con la llegada de Coatlicue, este sistema se fortalecerá al integrarse a una red nacional de alta velocidad que permitirá compartir procesos, modelos, almacenamiento y recursos para proyectos de alto impacto.

La conexión brindará a investigadoras, investigadores y estudiantes poblanos acceso a niveles de procesamiento que antes solo estaban disponibles en centros internacionales de supercómputo, abriendo la puerta a aplicaciones avanzadas en salud, clima, inteligencia artificial, big data y seguridad digital.

Coatlicue será el nodo central de una red que incluirá a instituciones como la UNAM, CINVESTAV, UAM, CICESE, CIMAT, Universidad de Sonora, Universidad de Guadalajara y más, consolidando por primera vez un sistema público nacional de supercómputo.

La construcción tomará aproximadamente 24 meses, y su operación permitirá fortalecer proyectos prioritarios en investigación científica, modelado meteorológico, análisis genómico y tecnologías de información del Estado.

Con la BUAP integrada desde su propio sistema Cuetlaxcoapan, Puebla se posiciona como uno de los nodos clave de esta infraestructura que promete transformar la forma en que México produce conocimiento y desarrolla tecnología.