Puebla y Armenta cumplen con el Plan C de la 4T

– La votación en el estado superó la media nacional colocando al estado como uno de los bastiones de la 4T en el país.
México se enfrentó por primera ocasión a la tarea encomendada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador a las y los herederos del movimiento de la llamada Cuarta Transformación, renovar al Poder Judicial.
Luego de las polémicas, las reformas, de los dimes y diretes por parte de la oposición, así como de la falta de información, de difusión y hasta la repartición de acordeones para ejercer el voto, este dos de junio el país por primera ocasión pudo elegir a sus magistrados, ministros y jueces.
La participación que unos califican de baja en términos porcentuales de entre el 12 y 13 por ciento (13 millones de personas), en números absolutos superó los votos obtenidos por el PAN en las elecciones federales de 2021 y de todos los partidos políticos a excepción de Morena, o que Movimiento Ciudadano en el 2024.
El promedio nacional de participación fue de 10.54%, mientras que Puebla se ubicó como uno de los estados que registró una participación superior con el 12.26 por ciento, ubicándose como un bastión para la 4t en el sur del país.
Los números obtenidos en el estado consolidad varios hechos, Puebla electoralmente le ha cumplido a la presidenta, Claudia Sheinbaum; con 2 millones de votos en los pasados comicios a favor de su proyecto, y con más de 513 mil en este primer ejercicio, que, pese al escepticismo, logró buenos números frente a otros estados.
El gobernador y sus operadores han superado una aduana más y sumaron con buenas notas la tarea de darle cumplimiento al Plan C.
Los encargados de las listas y la movilización hicieron lo que se pudo con lo que se tuvo y lograron sortear los rumores, las acusaciones y grillas naturales de quienes están ante el escrutinio de poder al momento de dar resultados.
Al final, aún hay mucho por hacer en el camino de la vinculación del Poder Judicial con la ciudadanía, con la aplicación de la justicia, con los mil pendientes sobre los abusos del pasado y con la tarea de realmente reformar un poder que benefició a unos cuantos, pero que también necesita mantenerse alejado de los intereses del grupo en el poder y de los intereses particulares.
La participación evidencia que los poblanos quieren cambios para su país. En ese camino, el avance es real, pero el trabajo está lejos de concluir.