Muere la poblana Yola Ramírez: ‘La mejor tenista del milenio’

Por: Jorge Román Bonilla Waldo
México y el tenis es una relación que en la actualidad deja pocas alegrías para los aficionados, uno de ellos fue el torneo de Santiago González en el Grand Slam de Acapulco.
Si bien uno recuerda en la rama varonil a Raúl Ramírez y Rafael Osuna como las viejas glorias del deporte blanco mexicano, Yolanda Ramírez dice presente para las mujeres.
Originaria de Teziutlán, Puebla, no se tiene duda de que ‘Yola’ fue la mejor exponente del tenis femenil mexicano.
Yolanda del Monte Carmelo Ramírez inició con la raqueta cuando todavía era una niña y su primer gran ejemplo fue su hermana, de quien aprendió al verla jugar, junto a Rosa “La Pajarita” Reyes, Yola formó una de las duplas más importantes que se recuerden en México y su gran cúspide la alcanzaron en 1958, cuando conquistaron Roland Garros.
Sin embargo, ese fue el primero de dos trofeos que Ramírez alzó ese año en la arcilla de Francia, pues también se coronó en dobles mixtos. Wimbledon fue el otro Grand Slam preferido de Yola, ya que en tres años consecutivos (1957, 1958, 1959) logró llegar a las semifinales en dobles, junto a su inseparable Rosa. Por desgracia, en todas las oportunidades tuvieron que conformarse con quedarse a un paso del partido decisivo.
Gracias a sus resultados en ambos torneos, la tenista poblana se ganó un lugar privilegiado en la historia, pues fue inducida al Salón de la Fama del Abierto francés y londinense, dejando claro que sus resultados en la cancha no fueron menores.
Sin embargo, Ramírez no sólo fue una excelente jugadora en modalidad de dobles, ya que también se dio el lujo de ser una gran tenista en solitario. Sus 29 campeonatos en singles la acompañan como respaldo.
Ya retirada, Yola siguió dentro del deporte que la hizo una leyenda y formó a varios jugadores que también tuvieron éxito. Su aprendiz más adelantada fue Gigi Fernández, jugadora dominicana que logró conquistar cuatro grandes en su carrera.
Este domingo puso fin a su vida terrenal tras llegar a los 90 años el pasado 1 de marzo, pero también comenzó la leyenda de una poblana que supo poner en alto el nombre de Puebla y de México.